Razas de Ferelden

En Ferelden sólo habitan tres razas homínidas que forman la población general. Como en toda extensión geográfica hay zonas donde la variedad de población varía drásticamente, habiendo pequeños grupos ubicados en núcleos donde la mayoría racial es diferente. La población fereldena está conformada por humanos, elfos y enanos. La distribución y números de estas razas son variables dependiendo de las localizaciones geográficas.
La mayor parte de la población de Ferelden es humana; elfos y enanos están distribuidos en diferentes zonas del mapa por lo que su ubicación lejos de estos puntos es muy difícil.

A continuación, describiremos las razas una a una y se expondrán sus puntos fuertes así como sus debilidades.


Estas razas son las únicas aceptables dentro de las Mil Legiones. Hemos excluido a los qunari por una simple razón: a ellos no les interesan las tramas de nuestro foro, simple y llanamente.

Las razas mixtas no están disponibles en las Mil Legiones, por lo que no se serán semi-elfos, ni semi-enanos si es que alguna vez existió eso. Las relaciones íntimas entre personajes de diferentes razas son posibles, pero no son fructíferas: de esa unión no saldría nada jamás. La viabilidad genética entre razas no es posible, por lo que por mucho que se intente o se rece al Hacedor, jamás tendrán un retoño progenitores de diferentes razas.

Elfos:
Antaño fueron hermosos e imortales, pero milenios de esclavitud al servicio del hombre los ha postrado a su estado actual. Han perdido casi todo recuerdo de su antigua rica cultura, bellas artes y poderosa magia. Los humanos les arrebataron hasta su mítica inmortalidad, hoy día no viven más que cualquier humano mortal. Muchos guardan rencor a los humanos por ello y más aún han aceptado su lugar de sumisión en el mundo, viviendo en pequeños y pobres ghetos suburbanos en las elferías de las ciudades humanas, estó se convierten en sirvientes y explotados: son los elfos de ciudad. Aún así, todavía quedan elfos orgullosos que rechazan olvidar lo que fueron y se reunen formando clanes: son los nómadas Dalishanos.

A diferencia de los humanos, los elfos poseen una complexión esbelta y delgada tanto en hombres como mujeres, carecen de vello corporal y son ligeramente más bajos que los humanos. Su orejas son más pronunciadas y terminan en finas puntas. Son gráciles por naturaleza y están en buena sintonía con la magia.

Elfos de Ciudad

"Hace mucho tiempo plantaron un árbol en medio de la elfería. Hoy es un árbol alto, sano y verde que contrasta fuertemente con la ciudad que lo rodea. Como somos los más pobres entre los pobres, los indeseados y los mal acogidos nos apiñamos en la parte de la muralla que nos separa de la parte humana de la ciudad. Nos permiten atravesar la muralla para trabajar en los muelles o en las tabernas y casas de los humanos, pero cuando llega el crepúsculo debemos regresar. Si un elfo es sorprendido fuera de la elfería de noche, probablemente se le tome por un ladrón o un carterista... y, seamos sinceros, los que anden por ahí fuera de noche seguramente lo sean.

Dice el anciano que el gran árbol se llama vhenadhal, que en la antigua lengua élfica quiere decir "árbol del Pueblo". Sus raices son profundas y asegura el anciano que el tiempo que viva el vhenadhal será el tiempo que lo hagamos nosotros. Pero también dice que hubo un tiempo en el que nuestro pueblo vivía en nuestra propia tierra. Asegura que antaño eramos eternamente jóvenes y fuertes, y que los humanos nos arrebataron esas cualidades.

¿Es eso cierto? ¿Tanto hemos cedido? No somos infelices. Tan pobres como somos pero tenemos un hogar. la elfería no es ninguna prisión, nos protege igual que el vhenadhal nos cobija. Bailamos, cantamos y nos divertimos, aprovechando los instantes que podemos para disfrutar de lo poco que tenemos... y creo que eso lo valoramos mucho más que los humanos. Ellos lo tienen todo y no valoran nada.

Y puede que llegue el día en que los humanos también intenten apoderarse de la elfería. Si llega ese día, juro que lo lamentarán."

- Gwidion Gylehall, sirvienta elfa de ciudad.

Elfos Dalishanos

"Somos los dalishanos: custodios del saber perdido, caminantes de la senda solitaria.
Somos los útimos Elvhenan y nunca volveremos a someternos."


Este es el juramento que los elfos dalishanos guardan en sus corazones. En la antiguedad, solo los elfos, eternamente jóvenes y hermosos, gobernaban Thedas hasta que llegaron los humanos. Esclavizados durante mil años, los elfos no solo perdieron su inmortalidad sino también su propia identidad. Los dalishanos son los elfos que se niegan a vivir en las ciudades de los humanos y vagan orgullosos por los rincones más remotos de las tierras salvajes en pequeños clanes que rara vez coinciden. Sus carretas no son bien recibidas en ningún lugar y más de una historia se cuenta sobre los enfrentamientos de los dalishanos con sentidos aldeanos que trataron de ahuyentarlos a la fuerza.

Han sufrido grandes pérdidas pero los dalishanos son conscientes de lo que se ha perdido y lo protegen. Volverán a aprender la lengua élfica, a retomar su ancestral artesanía y a practicar su antigua magia. Rechazarán al dios humano para consagrarse al antiguo panteón de los elfos, donde oraran para que algún día sus propios dioses regresen y guíen a su pueblo a una nueva patria. Una vez allí, los dalishanos aguardarán el regreso de aquellos elfos que olvidaron lo que eran para enseñarles a recordar.

Hasta que ese día llegue, se mantendrán firmes. Siempre que se divisen los carromatos en el horizante habrá esperanza, la esperanza de que aún pueda restablecerse algún día lo que la mano del hombre mortal devastó hace tiempo.

- Vaythras, Cazador elfo dalishano.

Enanos:
Se dice que cuando los enanos mueren, sus espíritus regresan a la roca, no a ninguna entidad mitológica sino a la roca misma que les rodea. Está en el tejado que hay sobre sus cabezas, en la tierra que pisan, en el mismo origen de todas sus estatuas y edificios. ¿No es asombroso que reverencien de esa forma a la roca?

Se dice que los enanos que son fuertes y cumplen con sus obligaciones refuerzan la piedra cuando regresan a ella. Los que son débiles, desafortunados o criminales, debilitan la creación... y son totalmente rechazados por la piedra. Por ello, luchar para demostrar la valía de uno mismo es vital en la cultura de los enanos. Y la casta de nacimiento es aún más importante, porque decide el papel en la vida del enano. La casta noble está arriba en el escalafón y literalmente pues vive en las mejores construciones alejadas del caliente suelo volcánico. La casta de los guerreros va tras ella y su papel es hacer de guardias y soldados en las guerras enanas; seguida por la casta de los mercaderes, los sirvientes, los mineros y los descastados, aquellos sin honor, criminales, mendigos y malnacidos. A todos ellos se les marca la cara con un tatuaje para que no puedan y nadie les permita relacionarse con las castas superiores ni visitar los distritos superiores. La sociedad enana es dura. Y machista, pues la casta se hereda del padre. La mujer enana adopta la casta de su amante o marido cuando esta queda en cinta y tiene un vástago, lo que ha hecho que muchas enanas de baja casta compitan para seducir a miembros de castas superiores ofreciendoles una noche loca a cambio de la posibilidad de mejorar su estatus.

Se cuenta que los soldados y guardias de las casas nobles estan formados por los vástagos de estas uniones. Las mujeres en cambio se convierten en concubinas de los nobles y se mudan a vivir a la residencia de su amante.

Los enanos tienen una larga y rica tradición, artesanía y arquitectura geométrica que puede verse por sus magníficas ciudades; las pocas que han resistido el azote de los engendros tenebrosos. Los enanos siempre han sido aliados ancestrales de los guardias grises y enemigos acérrimos de los engendros tenebrosos. Antaño los reinos enanos recorrían los Caminos de las Profundidades y tenían hermosos thaigs (colonias o ciudades enanas subterráneas) bajo todo thedas, pero poco a poco los fueron perdiendo y ahora solo son ciudades en ruinas repletas de tesoros y horribles destinos para los valientes o necios que vayan en su busca. Hoy día solo han sobrevivido dos ciudades en toda Thedas y una de ellas, Orzammar, se encuentra en el reino de Ferelden. Por ello la población enana es muy reducida, son, tristemente, una raza en declive.

Los enanos no tienen deidades como el resto de razas, ellos en su lugar adoran a los Paragones, aquellos de sus antepasados que realizaron grandes descubrimientos o hazañas. El culto a los paragones es simple pero solenme y la mayoría de las castas y familias nobles descienden de uno de ellos.

Los enanos extraen el lirio de sus minas subterráneas; esto ha hecho que el comercio sea necesario y el lirio sea la principal fortuna de toda Orzammar, ya que este mágico y potente mineral no puede ser encontrado en otro lugar y es especialmente codiciado por el Círculo de los Hechiceros y la Capilla. Existen comerciantes enanos fuera de la ciudad, pero no son algo común debido principalmente a que si un enano sale de su ciudad pierde la casta y se convierte en paria. Aún así hay bastantes debido a que alguien tiene que encargarse del comercio a costa de su estatus.

Físicamente los enanos son robustos y mucho más bajos que un humano; aquellos que pueden permitirselo muestran grandes, espesas y cuidadas barbas como símbolo de su estatus. Entre los descastados que llevan vidas miserables y habitan en la inmindicia es común el afeitarse tanto barbas como cabezas por cuestiones de higiene personal. Los enanos son por media más fuertes que los humanos y su resistencia tanto física como a las bebidas alcohólicas es legendaria. Los enanos son bastante más longevos que los humanos o los elfos, ya que pueden llegar a vivir cientos de años. Además posen una particularidad muy característica debido al lirio que surge de las profundidades de la roca donde viven: todo enano por humilde que sea tiene cierta resistencia a la magia. El por qué de esto ha sido estudiado por muchos magos, pero la teoría más aceptada por los expertos en la matería es que su sistema inmúnologico se ha saturado de lirio en pequeñas cantidades y eso hace que se hayan convertido en disipadores naturales. Todo conjuro lanzado contra un enano pierde parte de su efectivida debido a que una parte de la energía que el mago canaliza se disipa automaticamente al entrar en contacto con el enano. Otro derivado de ello es que los enanos nunca pueden ser magos. Ningún niño bajo ninguna excepción puede nacer ni desarrollar ningún talento mágico.

Enanos Nobles

La casa Aeducan ha mantenido una posición privilegiada desde que su paragón fundador se sublevara y dirigiera la defensa de Orzammar contra la horda de engendros tenebrosos durante la primera Ruina. Con Bhelen Aeducan como el actual rey electo, la casa ha continuado en auge, extremadamente vigilante ante sus iguales ambiciosos y envidiosos. Pero Bhelen es un paranoico y es débil, cuentan que mató a sus hermanos para llegar al poder. Ya es hora de que alguien más digno lo retire: demostraremos la valía de nuestra casa o la traición nos llevará por el mismo camino.

Dicen que los salones de Orzammar son enormes, pero la alcurnia no conoce límites.

- Braenin Daescan, enano noble heredero de la casa Daescan.



Enanos descastados

El otro día estuve charlando con un mercader que estaba de visita por el Escorial, tanteando haber si llevaba algo en los bolsillos, pero estaban tan vacíos como su cara pelada por el sol. El caso es que me dijo lo que los cabezas nubladas piensan de nosotros, los enanos de aqui abajo. Ya ni siquiera hablamos de los humanos, hay enanos criados en el sol que piensan los mismo y no conocen otra cosa. Aseguraba que estos enanos afirmaban ser herreros. Orgullosos y nobles guerreros que se conformaban con extraer una veta de mineral o forjar una buena espada.

Nos echamos unas buenas risas, la verdad.

¿Que pensarían los humanos si vinieran al Escorial y vieran cómo vivimos realmente nosotros? ¿Los que no tenemos casta, los que ni siquiera somos merecedores de servir como criados en las casas de los ricos ni lo suficiente puros para trabajar en las forjas del Moldeato? Lo nobles se aseguran que nosotros, los sin casta, vayamos tatuados para que sepan quiénes somos al vernos. De este modo saben a quién tiene que escupir, ¿no es así? Y a nosotros también nos viene bien. Nos facilita saber que bolcillos merece la pena vaciar.

Era broma. No todos los que no tenemos casta somos unos criminales. Algunos somos mendigos, caza-nugs, barrenderos y cazadoras de nobles. Hacemos lo que podemos para sobrevivir. y dejame decirte que, cuando la última defensa de Orzamar caiga por fin a manos de los engendros tenebrosos, seremos los sin casta los que sobreviviremos. Lo único que sabemos hacer es sobrevivir.

- Branni, cortabolsas enana descastada.

Humanos:



Como un cachorro joven y persistente, la Humanidad ha sobrevivido al paso de las Eras dejando una imborrable huella en todo Thedas. Los humanos fueron los partícipes de grandes momentos de la historia, pasajes luminosos de héroes y reyes que unificaron reinos enteros; y oscuros capítulos grabados a fuego en la memoria de la humanidad, como las Ruinas originadas por los maeses de Tevinter y el sometimiento de otras especies, robándoles hasta su inmortalidad.

Los humanos han logrado sobrevivir a multitud de duros avatares, y de todos han salido indemnes, afianzando su posición como raza dominante en Thedas; una especie que ha caído mil veces y mil veces, se ha levantado. Los huesos de sus viejas glorias se alzan como efigies devoradas por el tiempo por encima de viejos bosques e inundando las llanuras como animales abatidos. Los humanos han desarrollado una historia cargada de sucesos que han marcado a todos aquellos que se han cruzado con ellos, que se ha sustentado en una fuerte jerarquía sometida a diversos edictos como la Capilla o los reyes.

La mayor parte de la cultura humana se ha desarrollado entorno al Cantar de la Luz promulgado por la Capilla, cuya figura principal es la del Hacedor y su amada, Andraste. Los mandamientos de la Capilla ha regido aspectos muy importantes de la vida cotidiana y han supuesto una jerarquización aún más acentuada sobre algunos estamentos, como aquellos que recibieron el don de la magia. Las creencias de la Capilla no permiten el uso libre de magia por ello, ha impuesto duras condiciones a todo aquel que posea un leve atisbo de ella, sea humano o elfo, siendo vigilados estrictamente por los templarios. Además, la Capilla es una figura muy influyente en la política, siendo capaz de crear nuevos conflictos con tal de obtener mejores beneficios, como sucedió al final de la invasión orlesiana de Ferelden.

Los humanos, a diferencia de los elfos no destacan por su belleza, sino que poseen gran variedad de cualidades, desde hombres altos y fuertes hasta menudos y delgados; ostentando una mayor diversidad que otras razas. A diferencia de elfos y enanos, los humanos poseen una estatura superior y una corpulencia diferente a las otras dos razas. Una de las mayores ventajas de los humanos es su versatilidad, pueden ser buenos magos, pícaros diestros y poderosos guerreros por igual; aunque no destaquen especialmente en ninguna cualidad.



Casas nobles
Es cuanto menos interesante pensar que el gobierno de todo un país no dependa del rey, sino de los nobles que conforman su consejo y dictan sus palabras a favor… o en contra. La nobleza de Ferelden no debería estar tan pendiente a quien cojea, cuando tenemos asuntos más preocupantes a los que prestar atención. El juego de la política es algo demasiado común en nuestros días.

-Illian Grenner, primogénito del bann Grenner.


Plebeyos
Los impuestos nos ahogan día tras día, ya que según nuestros nobles dirigentes las guerras deben pagarse. Pero yo me pregunto, ¿y si no es mi guerra? Deberé pagar lo mismo con un rey que con otro, ¿cómo me puede importar algo como una guerra? No es que me niegue a ello, sobretodo teniendo a sus soldados en cada puerta. La guerra también puede ser un asunto muy suculento.

-Fiola Houll, traficante humana.