Oliene Galbere, arquera aguerrida
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Oliene Galbere, arquera aguerrida
Nombre: Oliene
Apellido: Galbere
Edad: 23
Raza: Humana
Origen: pueblo de la Montaña de la Espalda Helada
Apariencia: Oliene es una mujer delgada y de complexión media, de unos 170 centímetros de altura y unos 62 kilos de peso, de piel pálida y una hermosa y larga cabellera de un rubio claro. Aunque su apariencia puede resultar de lo más dulce, su mirada, negra como la noche deja muy claro que las apariencias engañan. De aspecto delicado y rasgos finos y femeninos, Oliene es de todo menos una dama; sus gestos poseen la rudeza y la contundencia de un hombre, camina con pasos fuertes y seguros reflejo de su confianza en sí misma; se la ve caminar con la cabeza alta y una mirada arrogante en los ojos, por no decir que su fino voz se ha ido quebrando poco a poco a base de gritos e injurias cantadas a los cuatro vientos.
Viste con ropajes de cuero endurecido de color oscuro con infinidad de correas, lleva un arco largo a la espalda y un carcaj sostenido en la cintura, además lleva una espada corta en el cinto y una lanza mediana.
Psique: Para Oliene es complicado ser lo que es sin irritarse, la gente espera de ella lo que normalmente exigen a los demás. Pretenden que sea una educada mujer que se somete a su esposo sin rechistar y lo haría, de no tener un carácter tan agrio y complicado. La hija mayor de lo Galbere nació con gran nervio para ser una mujer, demasiado ímpetu, demasiado carácter, demasiada temeridad, tanto que su familia desistió en su tesón de educarla en menesteres más sofisticados. Eso frustró mucho a Oliene, quien desarrolló una especial aversión por cualquier tarea del hogar; es intransigente, directa y honesta en extremo; no le importa si sus palabras hieren a alguien porque para ella, es una verdad necesaria. Oliene es todo genio, nervio y malas pulgas.
Historia: los Galbere siempre fueron una numerosa familia que habitaba en las faldas de la Montaña de la Espalda Helada, dedicados al comercio. Oliene es su tercera hija, la primera de las dos niñas; creció en una familia abultada, ajetreada y con muchas dificultades para alimentar siete bocas, por lo que Oliene nunca recibió demasiada atención de sus padres criándose salvaje como una lobezna durante su infancia.
La pequeña salvaje se acostumbró a vivir en los alrededores de densos bosques nevados plagados de criaturas enormes, donde aprendió a desenvolverse con una soltura natural. Cada vez pasaba más tiempo rodeada de árboles y animales, con los que parecía entenderse bastante bien porque no hablaban, mientras que en el pueblo la consideraban una rareza difícil de casar en el futuro. Cuando se convirtió en una muchachita aprendió a sujetar y disparar un arco, perdió el miedo a las armas y pasó mucho más tiempo perdida en mitad de la oscura densidad del bosque. Sus pies conocían todos los senderos, cada planta que creía junto a los arroyos y que sitios debía evitar para no molestar a los depredadores; su particular sabiduría comenzó a forjarse desde el primer día que pisó el bosque. La gente del pueblo comenzó a pagarle para que les trajera elementos que sólo podían encontrarse más allá del linde: hierbas, cortezas, hongos, raíces, y alguna pieza de caza cuando la suma valía la pena.
Sin embargo, sus padres no estaban dispuestos a ver como su hija se convertía en una tosca cazadora y permanecía en casa toda su vida, pudiendo formar una familia y poseer su propia vida. Así pues, con casi dieciocho años la casaron en un matrimonio concertado con el hijo de un afamado herrero humano del pueblo. Oliene montó en cólera en cuanto supo la noticia pero no pudo evitar que la ceremonia se llevase a cabo y en menos de lo que canta un grillo, se vio fuera de la casa familiar conviviendo con un hombre al que no conocía de nada. Su esposo demostró ser más apacible de lo que ella espera, sin embargo no era la vida que deseaba llevar y sintiendo remordimientos por su despecho, se marchó de su hogar.
Ha pasado algunos años lejos de la Montaña Helada y aunque no descarta volver, Ferelden es demasiado grande y jugoso como para convertirse en una dócil esposa.
Posesiones: armadura de cuero endurecido, capa de piel, arco largo y carcaj, espada corta y una lanza media; lleva consigo utillajes como cuchillos, buriles, yesca y pedernal.
Clase: pícaro
Habilidades: Oliene es una maestra con el arco y la lanza, la cual es complementada por una espada corta; dado que abandonó el hogar ha sido capaz de desarrollar cierta pericia artesanal para crear flechas y arcos, subsanar armas y herramientas; tiene un amplísimo conocimiento de fauna y flora, además de ser una buena rastreadora y una magnífica trampera.
Apellido: Galbere
Edad: 23
Raza: Humana
Origen: pueblo de la Montaña de la Espalda Helada
Apariencia: Oliene es una mujer delgada y de complexión media, de unos 170 centímetros de altura y unos 62 kilos de peso, de piel pálida y una hermosa y larga cabellera de un rubio claro. Aunque su apariencia puede resultar de lo más dulce, su mirada, negra como la noche deja muy claro que las apariencias engañan. De aspecto delicado y rasgos finos y femeninos, Oliene es de todo menos una dama; sus gestos poseen la rudeza y la contundencia de un hombre, camina con pasos fuertes y seguros reflejo de su confianza en sí misma; se la ve caminar con la cabeza alta y una mirada arrogante en los ojos, por no decir que su fino voz se ha ido quebrando poco a poco a base de gritos e injurias cantadas a los cuatro vientos.
Viste con ropajes de cuero endurecido de color oscuro con infinidad de correas, lleva un arco largo a la espalda y un carcaj sostenido en la cintura, además lleva una espada corta en el cinto y una lanza mediana.
Psique: Para Oliene es complicado ser lo que es sin irritarse, la gente espera de ella lo que normalmente exigen a los demás. Pretenden que sea una educada mujer que se somete a su esposo sin rechistar y lo haría, de no tener un carácter tan agrio y complicado. La hija mayor de lo Galbere nació con gran nervio para ser una mujer, demasiado ímpetu, demasiado carácter, demasiada temeridad, tanto que su familia desistió en su tesón de educarla en menesteres más sofisticados. Eso frustró mucho a Oliene, quien desarrolló una especial aversión por cualquier tarea del hogar; es intransigente, directa y honesta en extremo; no le importa si sus palabras hieren a alguien porque para ella, es una verdad necesaria. Oliene es todo genio, nervio y malas pulgas.
Historia: los Galbere siempre fueron una numerosa familia que habitaba en las faldas de la Montaña de la Espalda Helada, dedicados al comercio. Oliene es su tercera hija, la primera de las dos niñas; creció en una familia abultada, ajetreada y con muchas dificultades para alimentar siete bocas, por lo que Oliene nunca recibió demasiada atención de sus padres criándose salvaje como una lobezna durante su infancia.
La pequeña salvaje se acostumbró a vivir en los alrededores de densos bosques nevados plagados de criaturas enormes, donde aprendió a desenvolverse con una soltura natural. Cada vez pasaba más tiempo rodeada de árboles y animales, con los que parecía entenderse bastante bien porque no hablaban, mientras que en el pueblo la consideraban una rareza difícil de casar en el futuro. Cuando se convirtió en una muchachita aprendió a sujetar y disparar un arco, perdió el miedo a las armas y pasó mucho más tiempo perdida en mitad de la oscura densidad del bosque. Sus pies conocían todos los senderos, cada planta que creía junto a los arroyos y que sitios debía evitar para no molestar a los depredadores; su particular sabiduría comenzó a forjarse desde el primer día que pisó el bosque. La gente del pueblo comenzó a pagarle para que les trajera elementos que sólo podían encontrarse más allá del linde: hierbas, cortezas, hongos, raíces, y alguna pieza de caza cuando la suma valía la pena.
Sin embargo, sus padres no estaban dispuestos a ver como su hija se convertía en una tosca cazadora y permanecía en casa toda su vida, pudiendo formar una familia y poseer su propia vida. Así pues, con casi dieciocho años la casaron en un matrimonio concertado con el hijo de un afamado herrero humano del pueblo. Oliene montó en cólera en cuanto supo la noticia pero no pudo evitar que la ceremonia se llevase a cabo y en menos de lo que canta un grillo, se vio fuera de la casa familiar conviviendo con un hombre al que no conocía de nada. Su esposo demostró ser más apacible de lo que ella espera, sin embargo no era la vida que deseaba llevar y sintiendo remordimientos por su despecho, se marchó de su hogar.
Ha pasado algunos años lejos de la Montaña Helada y aunque no descarta volver, Ferelden es demasiado grande y jugoso como para convertirse en una dócil esposa.
Posesiones: armadura de cuero endurecido, capa de piel, arco largo y carcaj, espada corta y una lanza media; lleva consigo utillajes como cuchillos, buriles, yesca y pedernal.
Clase: pícaro
Habilidades: Oliene es una maestra con el arco y la lanza, la cual es complementada por una espada corta; dado que abandonó el hogar ha sido capaz de desarrollar cierta pericia artesanal para crear flechas y arcos, subsanar armas y herramientas; tiene un amplísimo conocimiento de fauna y flora, además de ser una buena rastreadora y una magnífica trampera.
Oliene Galbere- Mensajes : 2
Fecha de inscripción : 01/12/2010
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