Yllian Mebbes, maga espiritual
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Yllian Mebbes, maga espiritual
Nombre: Yllian
Apellido: Mebbes
Edad: 22
Raza: Humana
Origen: Una pequeña aldea del Bannorn cerca de Pináculo.
Apariencia: Yllian es una joven vivaz y de saludable aspecto que muestra siempre una agradable sonrisa en la cara. Aunque no es muy alta, su figura es esbelta y sugerente, de caderas generosas y senos turgentes sin pecar de gula; tiene unas piernas largas y bien formadas. Su rostro de apariencia amable y servicial, de nariz corta y redonda, labios pequeños y unos hipnotizantes ojos azules enmarcados en largas y oscuras pestañas. Pese a su apariencia servicial, Yllian posee una mirada intensa y firme. Acostumbra a llevar su melena pelirroja y ondulada suelta, cayéndole sobre los hombros como una sinuosa cascada rojiza. Su voz hace que las conjuraciones suenen a cánticos sagrados, límpida y dulce como la miel.
Yllian todavía lleva el traje de aprendiz de mago.
(ni caso al minino)
Psique: la persistencia es un don que pocas personas poseen sin caer en la impaciencia, Yllian es una de ellas. Su aura serena y paciente es casi contagiosa, haciendo que sea la perfecta confidente; es reflexiva y minuciosa en sus obligaciones ya que es muy consciente de lo que es y lo que conlleva. Sin embargo, hay cosas que no lleva muy bien; el ostracismo de la Torre y la soledad acuden a ella como una enfermedad de la que no puede librarse fácilmente.
Sus intentos por parecer inmune han hecho que sea un poco distante, dificultándole el relacionarse con otros aprendices, prefiriendo pasar largas horas de estudio en la biblioteca a conversar y frivolizar sobre la vida en el Círculo. Yllian encuentra un apoyo mayor en los libros que en las personas ya que estos alimentan sus ensoñaciones de libertad y cielos despejados.
Historia: La pequeña Yllian nació en un lugar olvidado en alguna parte del gigantesco Bannorn, sostenida por las manos protectoras de su madre. Creció felizmente rodeada de vacas, cerdos y gallinas dentro de una vida humilde y dura, suavizada por el amor incondicional de sus padres. Hasta que todo se truncó.
La maldición de la magia no se hizo esperar. Una tarde durante las cosechas de verano, Yllian acudió llorando como alma en pena hacia su madre, gritándole que todas las gallinas del corral habían muerto; temiendo que hubiera algún zorro que pudiera morder a su hija, la madre se dirigió hacia allí para descubrir con horror como las gallinas se habían secado como cadáveres que llevan muertos mucho tiempo. Sus padres no sabían que pensar de ello, temiendo responderse así mismos con una cruel verdad. Pero los sucesos no dejaron de ocurrir: un árbol ardió hasta las raíces, el abrevadero de las vacas se llenó de sangre y algunos animales más murieron, hasta que al final, un vecino alertó a la Capilla y los templarios acudieron a su pequeña granja días más tarde. Intentaron esconder a la pequeña en vano.
Yllian apenas tenía siete años cuando vio por última vez a sus padres. La vida en la torre se le hizo muy dura durante los primeros años pese a los mimos de las hermanas de la Capilla, la presencia de los templarios mermaba sus alicaídos ánimos. Cuando llegaron sus primeras lecciones sobre magia, la amortajada rutina en la que había caído comenzó a disolverse poco a poco debido a las exigencias de sus clases. Encontró en la magia el único apoyo en que podía sustentarse a sabiendas, que había sido la causa que la encerró allí.
Su temple tranquilo y sereno, hizo que destacase sobre las abstractas artes de la escuela espiritual, convirtiendo su estudio en algo natural para ella. Con el paso del tiempo, Yllian destacó como la mejor discípula de magia espiritual del Círculo recibiendo el apoyo y los halagos de muchos magos. Sin embargo, Yllian se siente cada vez más vacía por dentro cuanto más tiempo transcurre; ansía poder salir de la torre como sea por ello, se esfuerza más y más cada día esperando ser lo bastante diestra para abandonar aquel lugar de una vez.
No teme su Rito de la Angustia, ya que es la única forma de demostrar que no es peligrosa y de esa forma, poder respirar aire puro y contemplar las bastadas y olvidadas praderas del Bannorn.
Posesiones: Yllian no guarda nada de su infancia ni recuerdos de su familia, lo único que tiene es lo poco que guarda en el arcón junto a su litera. Innumerables libros de magia espiritual, pergaminos sobre las criaturas del Velo, manuales de herbolaria y algunas herramientas estropeadas por el tiempo, junto a algunas mudas de ropa. Posee un bastón de aprendiz a la espera de obtener un bastón de mago y su propia esfera.
Clase: Mago, joven erudita del espíritu
Habilidades: especialización en magia de espíritu, conocimientos amplios sobre las criaturas del Velo y el propio Velo, conocimientos de herbolaria enfocados los ungüentos protectores y pociones no curativas.
Apellido: Mebbes
Edad: 22
Raza: Humana
Origen: Una pequeña aldea del Bannorn cerca de Pináculo.
Apariencia: Yllian es una joven vivaz y de saludable aspecto que muestra siempre una agradable sonrisa en la cara. Aunque no es muy alta, su figura es esbelta y sugerente, de caderas generosas y senos turgentes sin pecar de gula; tiene unas piernas largas y bien formadas. Su rostro de apariencia amable y servicial, de nariz corta y redonda, labios pequeños y unos hipnotizantes ojos azules enmarcados en largas y oscuras pestañas. Pese a su apariencia servicial, Yllian posee una mirada intensa y firme. Acostumbra a llevar su melena pelirroja y ondulada suelta, cayéndole sobre los hombros como una sinuosa cascada rojiza. Su voz hace que las conjuraciones suenen a cánticos sagrados, límpida y dulce como la miel.
Yllian todavía lleva el traje de aprendiz de mago.
(ni caso al minino)
Psique: la persistencia es un don que pocas personas poseen sin caer en la impaciencia, Yllian es una de ellas. Su aura serena y paciente es casi contagiosa, haciendo que sea la perfecta confidente; es reflexiva y minuciosa en sus obligaciones ya que es muy consciente de lo que es y lo que conlleva. Sin embargo, hay cosas que no lleva muy bien; el ostracismo de la Torre y la soledad acuden a ella como una enfermedad de la que no puede librarse fácilmente.
Sus intentos por parecer inmune han hecho que sea un poco distante, dificultándole el relacionarse con otros aprendices, prefiriendo pasar largas horas de estudio en la biblioteca a conversar y frivolizar sobre la vida en el Círculo. Yllian encuentra un apoyo mayor en los libros que en las personas ya que estos alimentan sus ensoñaciones de libertad y cielos despejados.
Historia: La pequeña Yllian nació en un lugar olvidado en alguna parte del gigantesco Bannorn, sostenida por las manos protectoras de su madre. Creció felizmente rodeada de vacas, cerdos y gallinas dentro de una vida humilde y dura, suavizada por el amor incondicional de sus padres. Hasta que todo se truncó.
La maldición de la magia no se hizo esperar. Una tarde durante las cosechas de verano, Yllian acudió llorando como alma en pena hacia su madre, gritándole que todas las gallinas del corral habían muerto; temiendo que hubiera algún zorro que pudiera morder a su hija, la madre se dirigió hacia allí para descubrir con horror como las gallinas se habían secado como cadáveres que llevan muertos mucho tiempo. Sus padres no sabían que pensar de ello, temiendo responderse así mismos con una cruel verdad. Pero los sucesos no dejaron de ocurrir: un árbol ardió hasta las raíces, el abrevadero de las vacas se llenó de sangre y algunos animales más murieron, hasta que al final, un vecino alertó a la Capilla y los templarios acudieron a su pequeña granja días más tarde. Intentaron esconder a la pequeña en vano.
Yllian apenas tenía siete años cuando vio por última vez a sus padres. La vida en la torre se le hizo muy dura durante los primeros años pese a los mimos de las hermanas de la Capilla, la presencia de los templarios mermaba sus alicaídos ánimos. Cuando llegaron sus primeras lecciones sobre magia, la amortajada rutina en la que había caído comenzó a disolverse poco a poco debido a las exigencias de sus clases. Encontró en la magia el único apoyo en que podía sustentarse a sabiendas, que había sido la causa que la encerró allí.
Su temple tranquilo y sereno, hizo que destacase sobre las abstractas artes de la escuela espiritual, convirtiendo su estudio en algo natural para ella. Con el paso del tiempo, Yllian destacó como la mejor discípula de magia espiritual del Círculo recibiendo el apoyo y los halagos de muchos magos. Sin embargo, Yllian se siente cada vez más vacía por dentro cuanto más tiempo transcurre; ansía poder salir de la torre como sea por ello, se esfuerza más y más cada día esperando ser lo bastante diestra para abandonar aquel lugar de una vez.
No teme su Rito de la Angustia, ya que es la única forma de demostrar que no es peligrosa y de esa forma, poder respirar aire puro y contemplar las bastadas y olvidadas praderas del Bannorn.
Posesiones: Yllian no guarda nada de su infancia ni recuerdos de su familia, lo único que tiene es lo poco que guarda en el arcón junto a su litera. Innumerables libros de magia espiritual, pergaminos sobre las criaturas del Velo, manuales de herbolaria y algunas herramientas estropeadas por el tiempo, junto a algunas mudas de ropa. Posee un bastón de aprendiz a la espera de obtener un bastón de mago y su propia esfera.
Clase: Mago, joven erudita del espíritu
Habilidades: especialización en magia de espíritu, conocimientos amplios sobre las criaturas del Velo y el propio Velo, conocimientos de herbolaria enfocados los ungüentos protectores y pociones no curativas.
Yllian Mebbes- Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 30/11/2010
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